Por: Jorge Andrade
Sin mayor preámbulo y por ser un tema muy comentado, me dirigiré a los puntos en duda y unas conclusiones sencillas.
1) No hay que perder el tiempo señalando si el ejercicio es inconstitucional o legal, o que costará mucho. Ya está en marcha, se realizará el 10 de abril nos guste o no.
2) No es una reelección disfrazada, AMLO es Presidente electo hasta el 2024 sin necesidad de consulta, y de ahí no pasará. Además, luce acabado físicamente.
3) No es relevante si el término es «revocación» o «ratificación», la pregunta que se hará es muy clara para mostrar la voluntad de los votantes.
4) Es verdad que es ínfima la probabilidad de que deje la Presidencia, tanto por no lograr una mayoría en su contra, como que, en dado caso, acepte el resultado, pero sería un golpe fuerte en su contra.
5) Independientemente del porcentaje de votación, suponiendo, ¿es lo mismo una a su favor 90 vs 10 por ciento que 55 vs 45 por ciento?
6) Una falacia de razonamiento es una conclusión basada en una lógica incorrecta. Lo siguiente es una falacia: «Una votación ignorada es una forma de demostrar el rechazo». Pero también puede usarse otra falacia en contra: «Dado que muy pocos (o nadie) votó para que yo dejara el cargo, entonces la enorme mayoría está de acuerdo en que yo continúe». Ambas son falacias, pero embonaría mejor la segunda, porque el objetivo es «revocación», la baja votación sería mejor aprovechada por AMLO.
7) Aun si no se logra que deje la Presidencia, una nutrida votación de rechazo desfondaría su discurso de enorme apoyo. Consecuencias: pérdida de popularidad, mala imagen internacional y refuerzo del ánimo opositor.
8) Un gran rechazo mostraría que el líder se está derrumbando y las ratas abandonan el barco cuando ven que se hunde.
9) ¿Es preferible desairar la votación para tener el gusto de ver destrozado al País y después restregárselo? ¿O es mejor que no siga destrozando? Un futuro nuevo Presidente y Congreso, sin apoyo de Morena, podrá llamarlo a cuentas. Las muertes por pandemia sería uno de varios cargos en su contra.
10) Acudir refuerza la posición del INE como organismo que puede realizar esos ejercicios. Necesitamos defender al INE, costó mucho construirlo y es fundamental para nuestra democracia. Votando lo justificamos.
11) ¿Dónde está la ondeada «participación ciudadana», si a la hora de demostrarlo no se mueven? No ir a mostrar el rechazo es una total incongruencia en todos los que en privado critican y se burlan de lo que hace y dice.
12) «Si es promovido por AMLO/Morena, algo malo debe haber». ¿Es suficiente razón una sospecha? La idea surgió por la muy alta aprobación que tenía AMLO al ser electo. El objetivo era confirmarla, pero ya no están tan seguros, por eso su gran esfuerzo en promoverla.
13) «Un contundente rechazo radicalizará sus acciones». No, la radicalización no vendrá por esa votación, sino por tanta crítica que está recibiendo y porque se le está acabando el tiempo sin buenos resultados o cumplimiento de objetivos
14) «Si lo destituyen seguirá moviendo los hilos» o «Los radicales tomarían más terreno». ¿Por qué darlo por hecho? Nunca se sabe qué hará quien ya tenga el poder en sus manos, cada quien tiene sus ideas y ambiciones personales. Además, es probable que, al ver el rechazo, se den cuenta que «no es por a’i». Sí es verdad que sería una sacudida en el ámbito político, pero no con una sola opción de curso de las cosas.
15) Es un hecho que muchos sí irán a votar, no tendrá éxito el desaire. Mejor unamos toda la fuerza en el otro sentido, no nos autobloqueemos.
Hay unas bases simples para la decisión: no yendo a votar no se logra absolutamente nada, yendo a votar quizá se logre algo.
No hay que ilusionarse mucho con la salida de AMLO (es muy poco probable), pero es muy importante mostrar el tamaño del rechazo a su gestión y lo que de ahí pueda resultar, como reforzar el ánimo de oposición, la probabilidad de que frene en algún grado sus acciones, o el abandono de seguidores al ver su debilitamiento.
Éste es un momento para efectivamente mostrar nuestra inconformidad y unidad, no para una división ni una apatía. Eso nos perjudica mucho.
El autor es contador público por el Tec de Monterrey y empresario en el sector comercio.
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Fuente: www.elnorte.com
