Por: La Redacción.
Ciudad de México., a 6 de septiembre del 2022.- Mientras la guerra de Rusia en Ucrania continúa y se acerca a su séptimo mes desde su inicio, en medio de señales de estancamiento, las pérdidas en hombres y materiales en ambos bandos no han cesado, y los rusos, afectados por la sanciones internacionales, parecen estar buscando fuentes alternativas de armamento y municiones.
CNN reportó que en junio una delegación de Rusia había visitado una base aérea en Irán al menos dos veces para examinar la posible compra de drones de uso militar, y que en agosto fuerzas rusas habían comenzado a entrenar con estos aparatos.
Ahora, un funcionario estadounidense le dijo a CNN que Rusia está en proceso de comprar millones de cohetes y proyectiles a Corea del Norte, una información también reportada por The New York Times.
¿Cómo son las relaciones entre Rusia y Corea del Norte y por qué Moscú podría estar acudiendo a Pyongyang para suministrar a sus Fuerzas Armadas?
Como Rusia tras la invasión de Ucrania, Corea del Norte —al igual que Iran es un estado fuertemente por la comunidad internacional, y mantiene relaciones diplomáticas limitadas con buena parte del mundo.
Corea del Norte, además, acaparó los titulares del mundo en los últimos años por sus ensayos nucleares y sus numerosas pruebas de misiles balísticos, que han generado un rechazo en todo el mundo y una escalada de tensiones.
Vínculos históricos entre Rusia y Corea del Norte
En agosto de 1945, sobre el final de la Segunda Guerra Mundial, la Unión Soviética, cuya heredera legal es la Federación Rusia, liberó al norte de la península coreana, que desde 1910 estaba ocupada por Japón.
Desde la Guerra de Corea entre 1950 y 1953, que acabó con un armisticio y la separación de facto de la península coreana en la República Popular Democrática de Corea (Corea del Norte) y la República de Corea (Corea del Sur), Pyongyang mantiene una relación conflictiva con Estados Unidos, que participó de ese conflicto en apoyo de Seúl.
De manera inversa, Corea del Norte tiene en China, que peleó en la guerra a su favor, a su más importante aliado y socio comercial.
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La URSS también apoyó a Corea del Norte en la guerra, aunque sin participar directamente. Corea del Norte y la URSS, ambos estados comunistas, tuvieron así buenas relaciones durante la Guerra Fría, que luego Rusia mantuvo, aunque sin llegar a los estrechos vínculos entre Pyongyang y Beijing.
Especialmente en el plano militar, las Fuerzas Armadas de Corea del Norte operan, como Rusia, equipamiento de origen o diseño soviético —lo cual facilita las transferencias de municiones—, y fueron creadas según la doctrina soviética.
Los países comparten, además una frontera de 18 kilómetros en el norte.
Pero no todo ha sido perfecto en la relación entre Pyongyang y Moscú.
El desarrollo clandestino de armas nucleares por parte de Corea del Norte, que culminó en 2006 con su primer ensayo y una serie de pruebas de misiles con capacidad nuclear, generó profundas preocupaciones en Occidente, pero también en China y Rusia.
Ese mismo año, Estados Unidos presentó el proyecto de resolución 1965 en el Consejo de Seguridad de la ONU, que condenaba las pruebas de misiles y prohibía la venta de material que podría contribuir en su desarrollo. Los 15 miembros votaron a favor, incluyendo los 5 permanentes (Estados Unidos, Francia, Reino Unido, China y Rusia).
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Y en 2009, Rusia —al igual que China— también apoyó la imposición de sanciones (resolución 1874) sobre Corea del Norte en respuesta a sus ensayos nucleares.
Reencuentro actual
En la última década, sin embargo, las relaciones entre Rusia y Corea del Norte volvieron a estrecharse, coincidiendo con el retorno al poder en 2012 —tras la presidencia de Dmitry Medvedev— de Vladimir Putin, y el ascenso de Kim Jong-un en 2011 como líder de Corea del Norte tras la muerte de su padre, Kim Jong-il.
Una Rusia más asertiva estuvo expandiendo su presencia global en esos años, participando en la guerra civil en Siria desde 2015, anexando la península ucraniana de Crimea en 2014 —antecedente del conflicto actual— y estrechando vínculos con países en Asia, África y América Latina.
Pyongyang, que en aquel momento vivía una escalada de tensiones con Estados Unidos —país que además considera a Corea del Norte como un patrocinador del terrorismo y sus aliados regionales, especialmente Japón y Corea del Sur, por su desarrollo de armas nucleares, fue parte de esa asertividad rusa, y la cooperación y las relaciones diplomáticas entre Pyongyang y Moscú crecieron.
En marzo de 2015, Rusia y Corea del Norte anunciaron el inicio de un «año de amistad» entre ambos países, y en 2019 Kim se reunió por primera vez con Putin en Vladivostok, cerca de la frontera.
Los dividendos de esta política se vieron en marzo de este año, luego de que Rusia invadiera Ucrania desde norte, este y sur, desatando la peor guerra en Europa desde 1945. En ese momento Corea del Norte fue uno entre apenas cinco países del mundo en votar en contra de una resolución de la ONU condenando la guerra (los otros fueron la propia Rusia, Belarús, Siria y Eritrea).
Además, Corea del Norte reconoció la independencia de las Repúblicas Populares de Donetsk y Luhansk, las dos regiones ucranianas cuyos habitantes se levantaron en 2014 con apoyo de Moscu y donde se combate actualmente, luego de que Rusia hiciera lo mismo.
Y, en medio de la guerra, en mayo el país probó otro misil balístico, que disparó sobre el Mar de Japón, mientras que Kim Jong-un dejó en claro sus intenciones de acelerar su programa nuclear.
Con información de CNN.