Por: La Redacción.
Ciudad de México., a 15 de octubre del 2022.- El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos ha llegado a un acuerdo con México para reducir el número de personas que llegan a la frontera suroeste. Estados Unidos promete “crear un proceso más ordenado y seguro para las personas que huyen de la crisis humanitaria y económica en Venezuela”, con un contingente inicial de 24.000 plazas, pero al tiempo pacta con México devolver a quienes atraviesen la frontera de forma irregular.
Con efecto inmediato, los venezolanos que entren en Estados Unidos sin autorización serán devueltos a México. La medida no se aplica a quienes hayan entrado antes del anuncio. Fuentes del Gobierno de Estados Unidos han explicado en una llamada con periodistas que el acuerdo tiene como objetivo abordar la migración irregular más aguda y ayudar a aliviar la presión sobre las ciudades y Estados que reciben a estas personas. “Consideramos que la mejor manera de abordar la migración irregular es crear oportunidades para que la gente venga de forma segura y ordenada”, han dicho las citadas fuentes.
“Nuestro esfuerzo integral para reducir la migración irregular de venezolanos también incluye un nuevo proceso para traer legalmente y de forma segura hasta 24.000 venezolanos a Estados Unidos”, señala el Departamento de Seguridad Nacional, aunque indica que podría considerar la ampliación del programa en el futuro. Estados Unidos no implementará este proceso si México no mantiene en paralelo su esfuerzo para aceptar el retorno de los venezolanos que se salten esa vía y crucen la frontera de manera irregular.
El programa con las 24.000 plazas permitirá a personas radicadas en Estados Unidos solicitar en nombre de un ciudadano venezolano que vaya al país por un periodo de hasta dos años y solicitar la autorización de trabajo, han explicado cargos del Gobierno. La Administración estadounidense dará más detalles en los próximos días, pero será necesario demostrar que se cuenta con los medios de vida o el apoyo local necesario para subsistir.
Es un modelo similar al utilizado para tratar de ordenar la inmigración de ucranios tras la invasión rusa. Por ahora, se aplica solo a inmigrantes venezolanos, que son mayoría entre los que están llegando en los últimos meses. No será necesario que los migrantes viajen directamente de Venezuela a Estados Unidos. De hecho, en la actualidad no hay vuelos entre ambos países.
La llegada de extranjeros ha sido utilizada como un arma política por gobernadores republicanos, que han enviado autobuses y aviones con inmigrantes a ciudades con alcaldes demócratas como Washington, Nueva York y Chicago de forma recurrente. La cifra de 24.000 inmigrantes es muy inferior al flujo que se trata de controlar, de más de 150.000 personas en el último año.
Además, amenaza con dejar en el limbo a las personas que han emprendido ya el viaje desde Venezuela, pero aún no han cruzado la frontera. Quienes a partir de ahora entren en México y Panamá de forma irregular, no podrán participar en el proceso legal, señalan cargos del Gobierno estadounidense, que añaden que quieren evitar travesías peligrosas como la de la selva de Darién, entre Panamá y Colombia.
“Los que intenten cruzar la frontera de forma ilegal serán devueltos a México y no podrán acogerse a este proceso en el futuro. Los que sigan el proceso legal tendrán la oportunidad de viajar con seguridad a Estados Unidos y trabajar en el país”, dice el Departamento de Seguridad Nacional, que remite al Gobierno mexicano para las explicaciones de lo que ocurrirá con los venezolanos devueltos tras cruzar la frontera.
“Casi cuatro veces más venezolanos que el año pasado intentaron cruzar nuestra frontera sur, poniendo sus vidas en manos de despiadadas organizaciones de contrabando. Mientras tanto, la migración irregular desde el norte de Centroamérica se ha reducido en una cuarta parte con respecto al nivel del año pasado”, señala el Departamento de Seguridad Nacional.
La crisis económica, política y social de Venezuela ha provocado la salida del país de millones de personas en los últimos años, dada la situación de pobreza y escasez que se ha vivido en el que llegó a ser el país más rico de Suramérica.
Al mismo tiempo, Estados Unidos y México están reforzando sus operaciones coordinadas de aplicación de la ley para atacar a las organizaciones de contrabando de personas y llevarlas ante la justicia. Esta campaña incluirá nuevos puestos de control migratorio, recursos y personal adicionales, la persecución conjunta de las organizaciones de contrabando de personas y la ampliación del intercambio de información relacionada con los nodos de tránsito, los hoteles, los escondites y los lugares de concentración.
Este esfuerzo pretende mejorar la seguridad fronteriza reduciendo el número de venezolanos que intentan entrar irregularmente en Estados Unidos. Se deriva del programa Unidos por Ucrania (U4U), que disminuyó los flujos en la frontera al crear un proceso ordenado para la entrada de ucranianos que huían de la invasión rusa.
Con información de Excelsior.