Por: Pedro Torres
Chihuahua, Chih., a 27 de junio del 2023.- A casi dos años de que asumiera la gubernatura, María Eugenia Campos Galván ha estado ausente más tiempo que en el ejercicio del cargo que la mayoría de los chihuahuenses que ejercieron su voto le otorgaron aquel domingo 6 de junio de 2021.
Entre que la alborotaron con el sueño guajiro de que podría ser candidata a la Presidencia de la República por la alianza Va por México, sus constantes “males”, sus viajes al interior del país y al extranjero, se ha olvidado que su obligación es ver por nuestro estado, Chihuahua, y nosotros, sus habitantes.
Campos Galván se ha asumido como una especie de Kardashian (tropicalizada, por supuesto), no como una gobernante. Ha priorizado la frivolidad antes que su obligación de ejercer como servidora pública, al lanzarse al gozo de la fiesta, los eventos de oropel, la promoción de su imagen (no la del estado) tanto en el extranjero como en otros lugares de nuestro país. Pero en Chihuahua ha estado ausente.
Ha superado con creces a su antecesor, Javier Corral Jurado, al que los medios calificaban de golfo y huevón por jugar tenis y golf, antes que atender sus obligaciones como mandatario estatal. Aunque hay cierto grado de verdad en los señalamientos al ex gobernador, nada comparable con la cada vez más reiterativa ausencia de la actual gobernadora, pero como ella sí paga y muy bien a muchos medios de comunicación, pues ni quien le diga nada. O peor aún, hay columnistas que han dicho, en un nivel de abyección que da pena ajena, que el principal activo del Partido Acción Nacional es María Eugenia Campos Galván. Otros medios y comunicadores le justifican sus ausencias y hasta se las aplauden.
Pero quienes de verdad no tuvieron límite fueron los diputados del PAN, PRI, Movimiento Ciudadano y PT en el Congreso de Chihuahua, quienes aprobaron una reforma constitucional el pasado 21 de marzo para permitir que la gobernadora María Eugenia Campos se pueda ausentar hasta por 21 días consecutivos de su cargo, sin pedir autorización al Poder Legislativo local. Solo los legisladores de Morena votaron en contra, pero fueron mayoriteados.
El proyecto, presentado por el diputado priista Omar Bazán Flores, de la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales, reformó el artículo 91 de la Constitución Política del Estado de Chihuahua, que establece que la persona titular del Poder Ejecutivo no podrá salir del territorio nacional por más de veintiún días consecutivos sin licencia del Congreso del Estado o, en su caso, de la Diputación Permanente; es decir, puede ausentarse y ya lo ha hecho en varias ocasiones, incluso antes de que fuera aprobada esta reforma, hasta por tres semanas completas y sin necesidad de rendir cuentas a los chihuahuenses.
La Gobernadora está obligada, en caso de giras de trabajo, a informar al Congreso del Estado dentro de los siguientes quince días hábiles los resultados de sus viajes, pero es claro que sus ausencias han tenido como objetivo asuntos tan banales, que nada tienen que ver con su encargo, como cuando acudió del 26 al 28 de abril a la ciudad de Miami, Florida y asistió al segundo juego de campeonato de la NBA entre los Nuggets de Denver y los Heats de Miami, y con singular alegría lo compartió en el Facebook; del 11 al 14 de mayo se fue a Bahamas de “luna de miel”; del 29 al 31 de mayo a San Francisco, California y de ahí, a Denver, Colorado. En el inter, el 22 de mayo asistió a un mitin en Toluca, Estado de México, donde en aparente estado de ebriedad auguró que la alianza Va por México le partiría el hocico a Morena en la elección del pasado 4 de junio, lo cual no ocurrió y ella se dio un buen quemón a nivel nacional.
Por supuesto, los medios que están en la nómina ni un esbozo de crítica, solo justificaciones e, incluso, como lo menciono líneas arriba, hasta elogios por su comportamiento alejado totalmente de las responsabilidades adquiridas al asumir la titularidad del Poder Ejecutivo estatal.
Se trata de una gobernadora ausente, tanto así que se mandó construir en el Aeropuerto Internacional Roberto Fierro Villalobos de la ciudad de Chihuahua un chalet de lujo para su uso exclusivo. Ubicado en la parte norte del aeropuerto, para su acondicionamiento se contrataron arquitecta y diseñadora de interiores, y no se escatimó en gastos: mármol en paredes y pisos, terminados en maderas finas, mobiliario caro y unidad de refrigeración y calefacción, entre otros lujos. Cuenta con oficina, espacio para juntas, cocina y una recámara que ni el mejor hotel.
La gobernadora está obligada a explicar de qué manera se justifica la construcción de ese espacio al interior del aeropuerto, cuánto costó, por qué tanto lujo. Es obvio que no hay intención de su gobierno para informar al respecto, y en cuanto a los medios y periodistas “amigos” el tema es inexistente. Mientras que los diputados del PAN, PRI, MC y PT están dispuestos a seguir generando las condiciones “legales” para que la gobernadora haga lo que le venga en gana.
No aprenden de la historia reciente, no entienden que precisamente por favorecer condiciones similares para que presidentes de la república, gobernadores, alcaldes y muchos otros servidores públicos cometieran de manera impune, como hoy lo hace Maru Campos, toda clase de actos de corrupción que perjudican la vida pública y el bienestar los ciudadanos, perdieron la Presidencia y han entregado los gobiernos de 22 entidades federativas, infinidad de alcaldías y las mayorías en las Cámaras de Diputados y Senadores, así como en diversos congresos locales. Están haciendo todo igual y los resultados serán similares. Al tiempo.