Opinion
TORRE FUERTE | Realpolitik: ni sangre, ni estómago…
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1 año agoon
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redaccion
Realpolitik: ni sangre, ni estómago…
La ‘tormentosa’ relación con Ariadna
Encuestas al Senado de la República
“Adán Augusto, es mi hermano”: AMLO
En el ‘cagadero’ de lo que es la política, ya no tiene espacio, tampoco margen de movilidad. Ni sangre, ni estómago para aguantar las bolas ‘duras’ que le llegan en la praxis del ejercicio político y administrativo como jefe del Bienestar Social en Chihuahua.
Ayer, en lo que no pocos consideran un ‘arrebato’ político, Juan Carlos Loera anunció que renunciará a la delegación de los programas sociales, dizque para las elecciones de 2024, pero, ya no se sabe si obedece a las instrucciones de ‘arriba’, a los problemas físicos de su salud, o si se trata de un mero efecto colateral por no saber lidiar con la prensa.
Especialmente con el señor de las ’40 despensas’, que se puso furioso cuando no hace mucho tiempo, Juan Carlos sacó dinero de su bolsillo para patrocinar los apoyos a la Iglesia, y a la labor social que realiza el versado periodista, y a quien le dijeron y dejaron en claro, que en el Bienestar Social no se entregaban despensas.
Pasaron los días y llegaron los airados reclamos, a través de terceros, sobre aquel “miserable” dinero que no había alcanzado para mucho. Y aparecieron los golpeteos, ‘cortesía de la casa’ del reputado hombre de las letras, que alguna vez llegó a estudiar en la escuela de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACH).
La crisis se agudizó no hace mucho tiempo, cuando el afamado colega, le puso, literalmente, una ‘chinga de perro’ al pobre funcionario del Bienestar Social en el Estado de Chihuahua, a quien solo faltó decirle ‘de que se iba a morir’, porque le escribió que ya estaba ‘renunciado’ y que no era correspondido ni aceptado por la titular de la Secretaría del Bienestar Social, Ariadna Montiel Reyes.
Y de que se iba, se iba del Bienestar Social, el programa cumbre del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Sospechaban no pocos, que la funcionaria que maneja el mayor presupuesto del gobierno federal para ayudar a los pobres de todo el país, andaba despechada, andaba muy dolida con Juan Carlos. Y ya ve, carísimo lector de Torre Fuerte, de lo que se dice de las mujeres despechadas, de las hembras que se sienten traicionadas.
A decir verdad, Juan Carlos Loera, el fallido candidato al gobierno de Chihuahua, dilapidó la ‘herencia’ y la confianza que le entregó desde el inicio del sexenio, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, que lo eligió en el selecto grupo de delegados del gobierno federal, de donde debió haber brincado directamente a la gubernatura del Estado de Chihuahua, como ocurrió con otros ‘activos’ del morenismo que hoy gobiernan diferentes entidades del país.
No pudo con el encargo presidencial de los primeros años en el gobierno, pero tampoco pudo con los últimos, después de que el presidente de México, en un gesto de amistad y de correspondencia al hombre que le ayudó en la precampaña en el extranjero, en países como Estados Unidos y Francia, le volvió a entregar públicamente la ‘plaza’.
Eso ocurrió semanas después del descalabro político de 2021, en un evento de las conferencias mañaneras celebrado en la comandancia de la Guarnición de la Plaza en Ciudad Juárez durante la gira presidencial.
Juan Carlos no le halló al ‘modus operandi’ de la política, y tampoco se dejó llevar por los buenos y sabios consejos de Andrés Carbajal Casas, que en los asuntos y en el manejo de la política, le lleva años ‘luz’.
Loera, un ‘bebé de pecho’ frente al expriísta que hace mucho tiempo dejó a su partido (PRI), para buscar nuevos horizontes y nuevas aventuras.
No sin antes ser también funcionario estatal y alguna vez, consejero y amigo del exgobernador de Chihuahua, Javier Corral, el mandatario del ‘Nuevo Amanecer’, y amigo y cercano también a la ‘vicegobernadora’ Leticia Corral y hasta ‘sensei’ de la bienaventurada empresaria Alejandra de la Vega Arizpe, que ocupó la titularidad de la Secretaría de Innovación y Desarrollo Económico.
Fue alguna vez, en los asuntos de la política tricolor, cuando el partidazo era un partido ‘aplanadora’, el ‘padre putativo’ del finado político, Víctor Valencia de los Santos.
Don Andrés Carbajal tenía en el bolsillo para todos aquellos improvisados en la cosa pública, la solución de la política. Jamás lo escucharon, y Juan Carlos Loera hizo lo mismo. Agarró apenas lo que él, en su visión y criterio, consideró era bueno, a favor de la ‘4T’.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador entregó a Juan Carlos Loera desde el arranque del sexenio, una envidiable chequera de miles de millones de pesos para repartir a los pobres, a los más jodidos, a la clase social más vulnerable del país, pero también a viejos y senectos que se han enlistado en los programas sociales para recibir el apoyo bimestral del gobierno federal.
En ‘charola de plata’, muchos millones de pesos para hacer buena política social y para hacer brillar su gobierno.
Pero, el diputado federal plurinominal que solicitó licencia para hacerse cargo de la delegación y representación del gobierno federal en Chihuahua se distrajo a las primeras de cambio.
Cayó a la primera ‘provocación’ en el primer intercambio de golpes con quien considera todavía hoy en día, según dijo hace una semana, su principal adversario político: el alcalde de Juárez, Cruz Pérez Cuéllar.
El alcalde le pasó desde hace tiempo por encima y lo rebasó.
Lo dejó desde hace rato, lejos, muy lejos de la contienda por la ‘plaza’ en la elección de 2024.
Del alemán “realpolitik”, que es la práctica de la política o diplomacia basada principalmente en consideraciones de circunstancias y factores dados, en lugar de nociones ideológicas explícitas o premisas éticas y morales, según la Wikipedia, Juan Carlos Loera, ni sangre ni estómago para hacer política.
La renuncia es inevitable, y el futuro, por lo que se ve, poco promisorio.
Con suerte, como apuntamos arriba, le alcance para una candidatura a diputado federal.
Hablando en plata, ya fuera de los programas del Bienestar Social, ¿con qué dinero hará política el ‘hijo amado’ del presidente Andrés Manuel López Obrador? ¿A dónde irá después de Ariadna Montiel?…
La ‘tormentosa’ relación con Ariadna
Las circunstancias, aceleradas por el rompimiento de sus relaciones con la titular de la Secretaría del Bienestar Social lo han puesto prácticamente fuera de la jugada y con posibilidades apenas matemáticas para buscar una candidatura a diputado federal, pero lejos, ya muy lejos no solo de la alcaldía sino de la candidatura al senado de la República.
Se lo vaticinó y escribió así el ‘periodista de las despensas’ el pasado 25 de mayo, en una columna que despertó el morbo y desquició a la clase política de Chihuahua, pero especialmente a la High Class del Bienestar Social donde no existe pobreza:
“La secretaria del Bienestar Social le pidió hace días la renuncia, pero el superdelegado se niega a entregar las oficinas, porque espera algo así como un milagro, antes de afrontar el trago amargo, tiene la intención de hablar con el presidente López Obrador o con Claudia Sheinbaum…ninguno le recibe las llamadas”.
El periodista escribió que el embrollo se originó “por un problema no resuelto que tiene el político que, cada vez que se enoja, le da por golpear y ahorcar a las mujeres que escoge por pareja”.
Y según la hipótesis del periodista de las despensas, la titular del Bienestar Social tuvo la valentía de platicar con el presidente de la República y confiarle lo que había ocurrido durante la tormentosa relación con el oriundo de Ciudad Juárez.
“La historia de amor entre Juan Carlos y Ariadna se agravó cuando el delegado decidió contraer nupcias con una joven mujer de Ciudad Juárez”, el colofón de la historia.
Todo ello, preámbulo del anuncio y decisión que oficialmente ha tomado el político morenista, un buen hombre e idealista, que definitivamente no está hecho para la política surrealista de México.
Encuestas al Senado de la República
Recién saliditas del ‘horno’, difundidas con fecha de ayer jueves 8 de junio, la encuestadora Rubrum, pone nombres y preferencias sobre políticos en la carrera al senado de la República.
Aparecen, de acuerdo al documento, las preferencias políticas por partido, donde Morena sostiene apenas con ‘uñas’ una ventaja menor a uno por ciento sobre su principal adversario en Chihuahua: el Partido Acción Nacional.
Rubrum le da 38.3 por ciento a Morena y 38.1 por ciento al PAN. El resto de los partidos, incluyendo al otrora poderoso PRI están muy por debajo de las preferencias.
Por el PAN encabeza la lista César Jáuregui Moreno, el actual Fiscal General del Estado de Chihuahua con 23.1 por ciento, por encima de Manque Granados que es la titular de Innovación y Desarrollo Económico que registra 17.1 por ciento y en tercer término la diputada federal, Daniela Álvarez con 14.7 por ciento.
Luego aparece en la lista de los consensuados en las encuestas, el PRI que tiene arriba al exgobernador de Chihuahua, José Reyes Baeza con 47. 9 por ciento, seguido de Graciela Ortiz, la ex senadora y ex candidata al gobierno de Chihuahua en 2021 con 20.8 por ciento, y en tercer sitio la también ex senadora Lilia Merodio que registra, según Rubrum, 11.5 por ciento en las preferencias al Senado.
En Morena, puntea en la lista al Senado, Juan Carlos Loera con 33.9 por ciento, por encima de la diputada federal, Andrea Chávez que tiene registró del 20.1 por ciento, y en tercer sitio el exalcalde independiente y ahora diputado federal por el partido guinda, Armando Cabada Alvídrez con 16.2 por ciento.
Rafael Espino, Juan Ramón Flores y Bertha Caraveo, viajan en el cabuz de las encuestas por el partido del presidente.
En el partido naranja de Movimiento Ciudadano (MC), el exalcalde de Parral, Alfredo ‘El Caballo’ Lozoya aparece arriba en las preferencias con 41.7 por ciento, le sigue Miguel Riggs, ex diputado federal con 37.5 por ciento, y en el tercer sitio, el diputado local, Francisco Sánchez con 20.8 por ciento.
Así andan los números de las encuestas difundidas sobre los aspirantes al Senado. Y ya lo sabe, dicen que las encuestas son de quienes las pagan.
Otros dicen, que obedecen la “línea” que marca Palacio en la Ciudad de Chihuahua. !Habladores!, ja…
“Adán Augusto, es mi hermano”: AMLO
Espaldarazo presidencial a la figura del secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, de quien dijo el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, “es mi hermano”.
“Nos conocemos, conozco a toda su familia. Su papá, ya lo he dicho aquí, era Notario y era el único que aceptaba levantar un acta cuando estábamos en la oposición;
Ya ven que hacían un fraude y había que llevar a un Notario, para que diera fe y levantara un acta. Que tampoco servía de mucho, no le hacían caso”, dijo el presidente en su programa de la mañanera.
Ese era el papá de Adán.
Su mamá también, que en paz descanse, nos mandaba su cooperación, cuando empezamos, dijo el líder de la 4T.
Adan Augusto Lopez, es abogado, Notario, Senador, Gobernador, y por eso le ofrecí que me ayudara como Secretario de Gobernación. Me ha ayudado mucho, pero también manifestó su interés en participar, dijo refiriéndose a la sucesión presidencial de 2024.
“No tengo yo queja”, dijo el presidente de México en torno a su secretario de Gobernación en el país.