Por: La Redacción.
El Paso, Texas., 9 de julio del 2023.- Patrick Crusius, el autodenominado nacionalista blanco que mató a 23 personas en un Walmart de Texas durante un ataque en 2019 dirigido en contra de latinos fue condenado a 90 cadenas perpetuas consecutivas por un juez federal.
El asesino de 24 años además hirió a otras 22 personas en el tiroteo masivo del 3 de agosto de 2019 registrado en El Paso-Texas.
Por ello, después de dos días de escuchar las declaraciones de los familiares de las víctimas y de los sobrevivientes del tiroteo —el más mortífero registrado en Estados Unidos desde 2017— un juez federal lo sentenció prácticamente a permanecer el resto de su vida en prisión.
Cabe señalar que, en febrero, Patrick Crusius se declaró culpable de 23 cargos de cometer un crimen de odio con resultado de muerte, 23 cargos de usar un arma de fuego para cometer asesinato durante o en relación con un crimen de violencia, 22 cargos de cometer un crimen de odio que involucró un intento de matar y 22 cargos de usar un arma de fuego durante y en represalia por un crimen de violencia.
Al parecer, el objetivo del abogado defensor del joven de 24 años consistía en aceptar hasta 90 cadenas perpetuas consecutivas para así evitar la pena de muerte.
Sin embargo, el prisionero todavía enfrenta cargos de asesinato capital en una corte estatal y podría recibir la pena de muerte si es declarado culpable.
Resulta significativo el hecho de que de los seis tiroteos más mortíferos de la historia de Estados Unidos, el de El Paso es el único donde el autor de los disparos se enfrentó al sistema judicial, en lugar de morir por suicidio o por disparos de la policía para evitar ser capturado.
De acuerdo con las acusaciones presentadas en contra de Patrick Crusius, el 3 de agosto de 2019, se desplazó hasta el Walmart desde la zona de Dallas llevando consigo un rifle AK-47 y 1,000 cartuchos.
Una vez que se encontró en la tienda primero comenzó a disparar desde afuera y en cuestión de segundos ingresó al establecimiento para herir y ejecutar a personas indefensas.
Posteriormente, se retiró del lugar en su automóvil, pero al llegar a un cruce por voluntad propia se entregó a los agentes de policía a quienes les gritó: “Yo soy el tirador”.