Por: La Redacción.
Ciudad de México., a 22 de agosto del 2023.- Aunque heredó la popularidad del padre Kirk Douglas, la fama de Michael Douglas tuvo mucho que ver con las series de televisión cuando en la década de los años 70 protagonizó cinco temporadas de Las calles de San Francisco.
Después pasó al mundo del cine con los clásicos de Wall Street con Oliver Stone, Atracción fatal con Glenn Close o Bajos instintos con Sharon Stone.
Con la llegada del streaming volvió a las series con tres temporadas de El método Kominsky en Netflix, para multiplicarse ahora con dos personajes históricos: con Apple TV+ filmó en Francia ocho episodios de Franklin, donde interpreta un Benjamín Franklin de 70 años, durante la época que logró convencer a los franceses para que apoyaran financieramente la independencia de Estados Unidos
En paralelo, competirá con él mismo desde Paramount + interpretando a Ronald Reagan en el dramático encuentro que tuvo con el político Mikhail Gorbachov en Islandia, en 1986.
Con pura sangre de Hollywood corriendo por sus venas, es obvio que Michael Douglas dejó sus huellas propias en el mundo del cine, más allá de ser el hijo del legendario Kirk Douglas y el esposo de Catherine Zeta- Jones. Y en una inusual entrevista con Excélsior, debate sobre el actual conflicto de la huelga de actores y escritores, y el controversial uso de la inteligencia artificial, pues al no saber cuándo se estrenará su par de programas y no poder hacer promoción por cuestiones del gremio, optó por tocar esta problemática que tiene a los actores tratando de llegar a un acuerdo en Hollywood y los grandes estudios que mueven el negocio.
La realidad está hoy en las plataformas de streaming. Son las que están haciendo cine y con suerte hasta puedes lograr que por contrato también se comprometan a pasar primero por una sala. En Francia es ley. Pero tampoco se puede subestimar el streaming, tratándolo como si fuera solo televisión porque no tiene comerciales. La experiencia que yo tuve con Netflix y la comedia El método Kominski fue maravillosa.
¿Y de qué lado estás en la huelga de los actores y escritores que se quejan de las plataformas de streaming?
La televisión de las cadenas, antes que el streaming te pagaba, no sólo por tu trabajo porque quedaba lo que llaman residuales con el compromiso de pagarte si el show se volvía a dar otra y otra vez. Pero con los streamings no hay comerciales y pasó a ser algo más parecido al cine. La plataforma de streaming básicamente paga por tus servicios, por producciones de cine y todo. Te pagan más, pero ahí se termina.
¿Crees que llegarán a un acuerdo los estudios con los actores y guionistas?
Yo creo que van a encontrar una solución, pero hay demasiadas preguntas por responder. El problema es que las plataformas de streaming vienen gastando demasiado dinero y están tratando de hacer recortes, pero el dinero también estuvo dirigido hasta ahora para las más grandes estrellas y el material, no necesariamente para los autores.
¿Y el tema que se discute con la huelga de actores sobre inteligencia artificial, donde los estudios puedan usar la imagen de un actor sin tener que volver a pagarle por una actuación creada con ésta?
Ese es otro tema, la inteligencia artificial nos preocupa bastante a todos. Es que por un lado fácilmente puedo ver cómo se podría crear un holograma o me pueden transformar en cualquier edad, pueden adaptar mi voz y cosas así. Hay problemas sobre la licencia, permisos. No sé donde pueda terminar todo eso. Lo mismo pasó con los medios sociales, donde las leyes empezaron a surgir después que el monstruo fue creado. Pienso que está pasando algo parecido. Creo que va a ser un gran problema, pero supongo que probablemente, hasta nos permita poder viajar al futuro, para encender mi iPad y poder hablar conmigo 30 años atrás.
¿Cambió la fama y la popularidad de las estrellas de cine con la llegada de los medios sociales?
Muchísimo. Antes podíamos guardar muchos más secretos (entre los famosos), podíamos coordinar encuentros tranquilos entre nosotros, sin que nadie se entere. Es algo que hablé con Leonardo DiCaprio. Apenas te ve alguien y la gente empieza a mandar mensajes de texto, y cuando te das cuenta hay 100 o mil personas que saben dónde estás. Ya no tenemos la libertad que solíamos tener antes.
¿Ser hijo de otra estrella de cine como Kirk Douglas en cierta forma te acostumbró a vivir en la fama?
Fue muy difícil entrar en la misma carrera que mi padre había tenido, con el increíble éxito que él tenía por su dinámica y atención mundial. Hablamos de los años 50 cuando no había televisión y los actores hacían cinco, seis o siete películas al año. Él se la pasaba trabajando todo el tiempo. Y como hijo, yo sentía que no estaba teniendo la atención adecuada. Pero a medida que fui creciendo tuve mis propios hijos y mirando atrás me doy cuenta que mi padre no había hecho tan mal su trabajo.
¿En algún momento te sentaste a comparar el éxito de tu padre con el tuyo?
La carrera de mi padre comenzó con roles de hombres sensibles hasta que filmó The Champion, con un personaje totalmente diferente y eso cambió su carrera. En mi caso, yo también empecé con roles de hombres sensibles hasta que me empecé a aburrir de ellos y atraje la atención como el villano de Wall Street. Era el malo de la película y cuando gané el Oscar, siento que fue mi momento. Hasta ese entonces siempre sentí que me estaban comparando con mi padre, bien o mal. El Oscar me permitió salir de su sombra.
¿Y el otro lado de la familia con Catherine Zeta-Jones?
Con mi esposa Catherine somos muy unidos. Mi hija Carys también es una actriz maravillosa, pero no puedo imaginarme una tercera generación con la misma presión de la fama. La familia significa mucho para mí, no soy muy bueno cuando estoy solo.
¿Y la familia de Hollywood? ¿Mantienes contacto con los actores que te acompañaron en muchos de tus éxitos o la amistad auténtica es también una ficción en el mundo real del cine?
Sigo en contacto y soy muy amigo de todos los actores con los que trabajé, con la excepción de uno que no voy a nombrar. Es una unión que se genera cuando se comparte tanto tiempo, es algo muy especial. Por supuesto, hay algunas historias de guerra, pero es como una pequeña familia, delante y detrás de las cámaras. Durante ese periodo de tiempo, por 2 o 6 meses, somos todos muy unidos. Claro que después nos alejamos, pero siempre nos volvemos a ver. A Matt Damon lo veo todo el tiempo, igual que Rob Lowe o Steven Soderbergh y Kathleen Turner. Supongo que uno va manteniendo la amistad por los buenos recuerdos de esas películas que funcionaron, pero cuando no funcionan tan bien, te olvidas de todos.
¿Qué aspecto de la actuación dirías que te gusta menos?
Siempre me sentí mucho más cómodo escondiéndome detrás de los personajes y recién hace muy poco tiempo que acepté la posibilidad de mostrar cómo soy.