Chihuahua, Chih., a 10 de agosto del 2023.- Hasta un niño de pecho podría describir autoría y los intereses que están detrás del nuevo anuncio propagandístico que apareció ayer, de súbito, y que pone al dos veces ex alcalde de Juárez, Héctor ‘Teto’ Murguía en el entramado de las elecciones de 2024;
Que da por hecho, que el también empresario se trepa en el cabuz del tren del partido del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y que anuncia -de acuerdo a ese mensaje- que el famoso y controvertido expresidente municipal, y alguna vez también Senador en el sexenio de Ernesto Zedillo, está de regreso en el juego.
En ese contexto, Teto Murguía podría ser ‘comodín’ y ser candidato a un puesto de elección popular donde lo pongan, aunque, para ser franco, como se lo dije personalmente hace varias semanas, una diputación federal que lo ponga de regreso en la pista y con el partido ganador, sería un auténtico triunfo político para un hombre que ha hecho historia y que está “más allá del bien y el mal”, como lleva el nombre de la obra literaria del filósofo alemán, Friedrich Nietzsche.
La ‘mano que mece la cuna’, que difundió en medios y redes sociales el ‘subliminal’ mensaje, por cierto -dirían algunos expertos- hecho con las ‘patas’, y a propósito, para meter con calzador a Teto de nuevo en los intereses de la grilla, pero ahora con los colores guindas…
Y el susodicho, encargado de montar el marketing, hace simplemente lo que le piden que haga.
Hacer la ‘magia’ y sacar de la chistera al conejo y a Teto Murguía, porque es ‘Show Time’, y solo faltan algunas cuantas semanas, muy pocos días, para que el partido que dirige a nivel nacional, Mario Delgado Carrillo;
El político y brazo derecho del presidente, que, en la propaganda de Morena en la televisión, ha llenado el mapa de México, con los gobiernos y éxitos alcanzado por el partido guinda, y que dará a conocer oficialmente los resultados de la candidata, o candidato ganador, según las encuestas, en la elección interna de quien buscará suceder al presidente más controvertido e histórico que ha tenido el país.
Desde los tiempos de Benito Juárez y la Reforma, la época de la Revolución, la Constitución y los generales que se hicieron cargo del México convulso, hasta llegar a las instituciones y la formalización del Partido Revolucionario Institucional (PRI) que gobernó la nación por más de 70 años, ninguno tan fuerte y poderoso, o manipulador y perverso, en el quinto año de su sexenio como López Obrador.
Andrés Manuel pasará a la historia política de México como el forjador de los movimientos y la ‘rebelión’ de las masas que decidió acabar con la hegemonía de los tradicionales partidos políticos que habían gobernado la nación: PRI y PAN.
Los cambios que sacudieron a la ortodoxa y privilegiada clase política y a los ‘nano’ partidos que se mantienen gracias al sistema político presidencialista y a la praxis del gobierno.
La propaganda sobre fondo blanco, donde resaltan los colores guinda de Morena y el gris, que señala:
Juárez necesita resultados “AMAMOS JUÁREZ y ESTAMOS CON TETO”, es la clara evidencia de que el viejo y colmilludo político sigue montado en su propósito de volver al estrado de la grilla, pero cobijado con los intereses del partido ganador en la última elección presidencial de 2018, donde simplemente el entonces candidato Andrés Manuel López Obrador arrasó con todo a su paso.
Teto va por lo que probablemente sea la última oportunidad de regresar al candelero de la política, pero de tonto no tiene un solo pelo. Quiere ganar con el partido de Morena.
Y es posible, muy posible, que lo veamos en las boletas de la elección de 2024, aunque no será seguramente por la alcaldía de Juárez.
Puede ser un buen ‘guerrero’ en la tribuna en San Lázaro, o el ‘pastor’ de la nueva camada de diputados en el Grupo Parlamentario del Partido de Morena en el Congreso del Estado de Chihuahua.
Si llegaron viejos conocidos del ‘mundillo’ político, entre otros, Adriana Terrazas; Armando Cabada; María Antonieta Pérez Reyes y el mismísimo hermano de Teto: Daniel Murguía Lardizábal, nada hace improbable que Teto vuelva a la ‘magia’ de la política.