Por: La Redacción.
Ciudad de México., a 16 de febrero del 2024.- Un triunfo para la diplomacia surcoreana y un ejemplo de pragmatismo de Cuba. El principal aliado de Corea del Norte durante la Guerra Fría en el continente americano restableció relaciones diplomáticas con Seúl, rotas desde 1959, año del triunfo de la Revolución cubana. El restablecimiento de relaciones incluye la apertura de embajadas en ambos países.
A través de un comunicado de prensa, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba informó el restablecimiento de relaciones diplomáticas con Corea del Sur.
El día 14 de febrero de 2024, quedaron establecidas las relaciones diplomáticas y consulares entre la República de Cuba y la República de Corea, mediante un intercambio de Notas Diplomáticas efectuado entre las Representaciones Permanentes de ambos países ante las Naciones Unidas, en Nueva York, marcaba el comunicado.
En el documento, Cuba justifica este paso diplomático bajo el amparo de la Carta de Naciones Unidas, el Derecho Internacional y “en conformidad con el espíritu y las normas establecidas en la Convención de Viena para las Relaciones Diplomáticas del 18 de abril de 1961”. El Ministerio de Asuntos Exteriores de Corea del Sur también comunicó la noticia y añadió que el restablecimiento es a nivel de embajadores.
Las nuevas relaciones diplomáticas entre Seúl y La Habana marcan un «importante giro» para Corea del Sur en sus esfuerzos por fortalecer su diplomacia en la región latinoamericana, afirmó el Ministerio de Asuntos Exteriores surcoreano en su comunicado.
Con este paso, ahora Cuba mantiene relaciones diplomáticas con todos los países miembros de la Organización de Naciones Unidas (ONU) a excepción de Israel. Por su parte, a partir de este 14 de febrero, Corea del Sur solo mantiene rotos los nexos diplomáticos con Siria, y su histórico adversario, Corea del Norte.
Los vínculos entre Corea del Sur y Cuba estaban rotos desde 1959, principalmente por la alianza histórica, política e ideológica que existe entre La Habana y Pyongyang.
Una alianza que debe su origen a la Guerra Fría, período en el que las entonces dos superpotencias mundiales, Estados Unidos y la ex Unión Soviética, competían por la supremacía global. Uno de los campos de batalla fue la Península de Corea, que derivó en la división de la península en dos estados totalmente opuestos: uno socialista en la parte norte y otro capitalista en el sur.
La Guerra de Corea, oficialmente sin concluir, tuvo repercusiones mundiales. La diplomacia fue otro de los escenarios del conflicto en un mundo que funcionaba bajo una lógica bipolar.
En América Latina y El Caribe, tras el triunfo de la Revolución cubana liderada por Fidel Castro, Cuba cambió radicalmente su política internacional para aliarse con el bloque socialista. Fue entonces cuando Cuba y Corea del Norte establecieron relaciones diplomáticas el 29 de agosto de 1960.
Unas relaciones que no dejan de ser sólidas en la actualidad. El líder norcoreano Kim Jong Un consideraba al difunto líder cubano Fidel Castro como un «camarada de armas», según los medios estatales norcoreanos, y declaró tres días de luto oficial en Corea del Norte cuando Castro murió en 2016.
A pesar de los estrechos vínculos ideológicos entre Cuba y Corea del Norte, la normalización de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Corea del Sur ya venían gestándose desde hace casi una década.
En mayo de 2016, La Habana y Seúl firmaron un memorando de entendimiento para compartir información relativa a los negocios, realizar intercambios entre sus delegaciones y organizar foros conjuntos.
Además del interés en materia energética, Corea del Sur considera que «Cuba es un mercado potencial en el ámbito médico y turístico en el continente americano», según declaraciones recientes del Ministerio de Planificación Estratégica y Finanzas de Seúl.
La necesidad cubana de contrarrestar políticas de aislamiento y sanciones económicas ha hecho de la diplomacia uno de los ejes estratégicos de la política exterior en La Habana.
Cuba ya había dado un paso fundamental en esta estrategia el 20 de julio de 2015, cuando restableció las relaciones diplomáticas con Estados Unidos.