Por: La Redacción.
Ciudad de México., a 6 de marzo del 2024.- penAI ha dado una respuesta contundente a las acusaciones planteadas por Elon Musk, revelando detalles impactantes sobre las presiones que el magnate intentó ejercer durante su participación en el proyecto de desarrollo de su inteligencia artificial. Según la empresa, en un momento determinado Musk buscaba obtener un “control absoluto” de OpenAI, incluso planteando la posibilidad de fusionarla con Tesla, una información que no había sido divulgada previamente y que arroja luz sobre los entretelones de la relación entre Musk y la compañía.
En una declaración publicada en su blog, OpenAI anunció su intención de desestimar todas las afirmaciones de Musk y ofreció una narrativa contraria a las acusaciones del empresario, defendiendo su compromiso con su misión original de operar como una organización sin fines de lucro.
Los cofundadores de OpenAI, Greg Brockman, Ilya Sutskever, John Schulman, Sam Altman y Wojciech Zaremba, revelaron que durante las negociaciones sobre una posible estructura con fines de lucro, Musk buscaba el control total de la empresa, incluyendo la mayoría del capital accionario, el control inicial de la junta directiva y el puesto de director ejecutivo. Sin embargo, esta propuesta fue rechazada por los cofundadores, quienes consideraron que otorgar a un individuo un control absoluto sobre OpenAI iba en contra de su misión.
Por qué demanda Elon Musk a OpenAI
La demanda presentada por Musk sostiene que OpenAI ha incumplido un contrato al alejarse de su misión original sin fines de lucro, algo que él había contribuido a financiar. Musk argumenta que la compañía se ha convertido en una “subsidiaria de facto de código cerrado” de Microsoft, enfocada en obtener ganancias en lugar de beneficiar a la humanidad, lo que constituye, según él, un incumplimiento de contrato.
Aunque la demanda de Musk hace referencia a un “acuerdo fundacional” de OpenAI, hasta el momento no se ha hecho público ningún acuerdo formal, y la declaración de OpenAI no aborda directamente esta cuestión. Además, la empresa defiende su decisión de no abrir el código fuente de su trabajo, argumentando que Musk entendía que la misión de la compañía no implicaba necesariamente la apertura del código fuente de la inteligencia artificial general (AGI).
En un correo electrónico de enero de 2016, Elon Musk mostró su acuerdo con esta postura al responder afirmativamente a la idea de ser menos abiertos a medida que avanzaran en la construcción de la IA y de no compartir completamente la ciencia detrás de ella.
La demanda de Musk también plantea acusaciones respecto a GPT-4, al afirmar que es un algoritmo propiedad de facto de Microsoft que representa la inteligencia artificial general. Sin embargo, OpenAI ya había rechazado estas afirmaciones en un memorando interno, aunque no las abordó directamente en su declaración pública.
La respuesta de OpenAI a la demanda de Elon Musk revela tensiones significativas entre el empresario y la compañía, destacando las presiones que Musk intentó ejercer para obtener un control mayor sobre OpenAI, así como las diferencias en cuanto a la dirección y los objetivos de la empresa. La batalla legal entre ambas partes podría tener repercusiones importantes en el futuro del desarrollo de la inteligencia artificial y en el campo de la tecnología en general.